Ya en 1995 Escocia empieza a hablar de la importancia de equilibrar la naturaleza y cultura del país y el turismo, una época en la que el término de turismo sostenible no se utilizaba todavía.
En 2009, ya persiguen objetivos de crecimiento sostenibles, enfocados a conseguir situarse a la cabeza de destinos sostenibles en Europa, con su Plan de Turismo Verde.
Y hace unos meses, en 2020, la organización nacional de turismo de Escocia Visit Scotland se ha convertido en la primera organización de turismo en unirse, junto con Sail Scotland y Wild Scotland, a la iniciativa Tourism Declares. Formará parte del conjunto de empresas turísticas que han declarado la emergencia climática y quieren juntos desarrollar planes de acción para conseguir el objetivo de no sobrepasar los 1,5 grados de subida de la temperatura para 2030, buscando soluciones en conjunto y compartiendo su progreso de forma pública.
Sus principales objetivos:
- Minimizar el uso de recursos y controlar los desperdicios.
- Reducir el impacto del transporte.
- Proteger y realzar el patrimonio cultural y natural.
- Mejorar la calidad de vida de las comunidades de Escocia.
- Mejorar la calidad de los puestos de trabajo en el sector turístico.
- Conseguir un turismo inclusivo y accesible.
- Tomar acciones contra el cambio climático y apoyar la adaptación del sector turístico a las inevitables consecuencias que conlleva.
Cómo conseguirlos:
Para conseguir cumplir estas metas, abordan varios frentes:
- Reducir las emisiones: promueven el uso del transporte público para llevarte hasta los rincones más alejados de la nación, y siguen expandiendo el uso de energías renovables en comercios y otras industrias. ¿Sabías que hay regiones en las que las tasas de reciclaje y de uso de energías limpias llegan casi al 100%?
- Evitar los destinos masificados: motivar visitas a otros lugares menos conocidos, así como los viajes fuera de temporada.
- Preservar la cultura y conservar la naturaleza de la región.
- Apoyar a la comunidad: atraer visitantes que vayan a respetar y consumir en las comunidades locales.
- Incentivar el slow travel: disfrutar del viaje, conectar con el medioambiente, la comunidad, la cultura, la música y la comida. Bajar el ritmo, recrearse en un destino durante más tiempo, en lugar de saltar de un lugar a otro con visitas cortas.
Desde luego, es un ejemplo a seguir para otros destinos, y un tirón de orejas para aquellos que, con similares recursos, se escudan en lo difícil que es realizar estos cambios.
P.D.: Que conste que nunca he estado en Escocia, aunque está en mi lista de deseos desde hace años, y cuanto más leo sobre esta belleza de lugar, más ganas tengo de visitarlo. Y ya sabéis que, a mí, si es verde… ¡mejor aún!
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